TERAPIAS ALTERNATIVAS

TERAPIAS ALTERNATIVAS

Para el tratamiento del estrés y ansiedad.

- Fitoterapias
Se basan en el uso de plantas y productos derivados de diferentes plantas. Esencias como la valeriana, por ejemplo, ayudan a tranquilizar y relajar las emociones negativas.
- Manuales
Prácticas terapéuticas que tienen las manos del terapeuta como instrumento único de aplicación. 
Entre otras, el masaje terapéutico, el uso de aceites esenciales, la quiropraxia, etc. 
- Psicofísicas
Practicas terapéuticas que pretenden lograr la armonía mente-cuerpo del paciente mediante diferentes mecanismos. Este grupo utiliza técnicas de relajación, de visualización creativa, programación neurolingüística, Yoga, mindfullness, etc.
- Sensoriales
Este grupo utiliza diferentes elementos que actúan sobre los sentidos de forma beneficiosa. Sobre todo la música (musicoterapia), los colores (cromoterapia) y los olores (especialmente los procedentes de aceites esenciales). 

ADICCIONES

ALCOHOL Y DROGAS

Carta No. 1: Ella dice que no es alcohólica

Doctor José Manuel González:


Estoy muy apesadumbrado porque mi compañera toma todo el tiempo. Yo la quiero mucho. Creo que la quiero más que a mi propia vida. Desde que la conocí no he hecho más que complacerla darle todo lo que ella a querido y necesitado. Yo soy un hombre bueno, fiel, trabajador. Ella ya ha perdido su trabajo, su dignidad y la autoridad sobre nuestros 3 hijos. Cuando toma se me pone agresiva y después no se acuerda de nada. Ella dice que no es alcohólica pero toma todos los días, hasta me saca plata de la cartera para irse a tomar. ¿Qué hago doctor?

Joaquín


RESPUESTA


Apreciado Joaquín:


El Hospital de la Universidad de John Hopkinns, en la ciudad de Baltimore (USA) utiliza el siguiente cuestionario de 20 preguntas para determinar si un paciente es alcohólico o no:


1 ¿Es la bebida causa de la ausencia en su trabajo?

2 ¿Hace desgraciada a su familia el hecho de beber?

3 ¿Bebe Ud. porque se sienta disgustado con la gente?

4 ¿Bebe hasta el punto de afectar su reputación?

5 ¿Ha experimentado alguna vez remordimiento por su forma de beber?

6 ¿Ha experimentado dificultades económicas por el hecho de beber?

7 Cuando bebe, ¿frecuenta malas compañías o ambientes de condición inferior al suyo?

8 ¿Se olvida del bienestar de su familia cuando bebe?

9 Desde que bebe, ¿ha perdido Ud. el deseo de mejorar, de superarse?

10 ¿Se siente obsesionado por el deseo de beber en ciertos momentos del día?

11 ¿Desea Ud. tomarse un trago en la mañana siguiente a haber bebido?

12 ¿Tiene dificultad para dormir después de haber bebido?

13 ¿Han disminuido sus aptitudes desde que bebe?

14 ¿Compromete la bebida su posición o su negocio?

15 ¿Bebe Ud. para evadir las preocupaciones o las molestias?

16 ¿Bebe Ud. solo?

17 ¿Ha olvidado lo que ocurrió mientras bebía (“lagunas mentales”)?

18 ¿Ha recibido tratamiento para el alcoholismo por su médico?

19 ¿Bebe Ud. para reafirmar su confianza en sí mismo?

20 ¿Ha estado internado en un hospital o en una clínica a causa del alcoholismo?


La persona es un alcohólico si contesta “SI” a tres (3) o más preguntas de este cuestionario. Por lo que cuentas, parece que tu compañera respondería SI a más de 3 de estas 20 preguntas, lo que podría ser interpretado como un indicio serio de problemas con el alcohol. A mí me parece adecuado que leas este cuestionario con ella, para ver que piensa al respecto. Si luego de leerlo, ella reconoce que existe un problema, lo recomendable seria buscar ayuda profesional para solucionarlo. 

Tu estas metido en una situación que requiere que actúes con tranquilidad y serenidad, para que las cosas anden bien. Conversar con un amigo de experiencia y madurez o con un psicólogo, psiquiatra, sacerdote, pastor o rabino puede ayudarte a sentirte más tranquilo y sereno. Creo que de esta vas a salir adelante. ¡Buena suerte!


Carta No. 2: Deseo saber si mi hijo está metido en las drogas

Apreciado Dr. José Manuel González:

Desde hace un tiempo me viene diciendo mis amigas y vecinas que mi hijo está metido en las drogas. Yo no sé qué creer y quisiera que Ud. me dijera que debo hacer para saber si eso es verdad. Mi hijo es tan conflictivo que yo no quisiera equivocarme porque sé que nos armaría un gran lío si yo digo algo sin tener la razón.

Atentamente, Madre Preocupada


RESPUESTA


Apreciada Madre Preocupada:

La única forma segura de saber realmente si una persona consume drogas es por medio de un examen de laboratorio. La orina, la sangre o el cabello pueden ser estudiados en un laboratorio y el bacteriólogo puede saber si la persona está o no usando sustancias psicoactivas (Drogas). 

Hay varias modificaciones en el diario vivir que pueden sugerirnos que un hijo, o cualquier otra persona, está usando drogas. Los principales cambios son:


• Emocionales. El hijo se muestra irritable, hostil, huraño, huidizo, desconfiado, irrespetuoso y con vocabulario insolente.

• Mentales. El hijo muestra pérdida de memoria, pérdida de ilación en sus pensamientos y conversaciones, cambios bruscos de temas de conversación, pensamientos ilógicos y percepción desajustada a la realidad.

• Conceptuales. El hijo pone en tela de juicio los valores y principios, la autoridad y el rechazo social a las drogas.

• Físicos. El hijo presenta aumento o pérdida del apetito, insomnio o somnolencia, sudor, taquicardia, mirada vaga y cambios en sus hábitos de aseo.

• Académicos o laborales. El hijo tiene bajo rendimiento en los estudios o en el trabajo, problemas de atención, esfuerzo, cumplimiento y asistencia.

• Familiares. El hijo presenta problemas para participar en las actividades familiares y en el cumplimiento de las obligaciones con la familia.

• Éticos. El hijo presenta mentiras, chantajes, hurto, violencia hacia otros y hacia sí mismo (intentos de suicidio).


Ninguna de estas características por si solas es signo de adicción a las drogas, pero varias de ellas si son indicio de que puede haber consumo de drogas. Cuando eso ocurre, lo mejor es salir de dudas haciendo un examen de orina o de sangre. Para una mejor información al respecto te aconsejo que te acerques a un laboratorio bacteriológico.


Carta de un drogadicto a su familia

“Yo soy un drogadicto. Necesito ayuda.


No trates de solucionar mis problemas. Esto me hace solamente perderle el respeto a ustedes y a mí mismo.

No me sermonees, regañes, culpes o discutan si ando bien loco o sobrio. Puede hacerles sentirse mejor pero solamente hace que la situación se empeore.

No acepten mis promesas. La naturaleza de mi enfermedad no me permite cumplirlas, aunque al hacerlas crea en ellas. Las promesas son mi único modo de diferir el dolor. No sigan cambiando de condiciones; si se hace un acuerdo persistan en él.

No se enojen conmigo. Les destruirá cualquier posibilidad de ayudarme.

No permitan que su preocupación por mi les lleve a hacer lo que yo debiera hacer por mí mismo.

No crean todo lo que yo les digo. Muchas veces ni sé lo que es la verdad, mucho menos decirla.

No tapen ni me traten de evitar las consecuencias de mi adicción. Podrá reducir la crisis pero hará que mi enfermedad se empeore.

Sobre todo, no huyan de la realidad como lo hago yo.

La drogadicción, mi enfermedad, se empeora si el consumo continúa.

Comiencen hoy mismo a aprender, a comprender, a planear mi recuperación. Busquen ayuda.

Yo necesito ayuda de un doctor, de un psicólogo, de un consejero, de algunas personas que están en un programa de autoayuda que se han recuperado de un problema de drogas y de un Poder Superior.


Su Drogadicto"


Como ayudar al adicto


La experiencia terapéutica muestra que los siguientes consejos son muy útiles para ayudar un ser querido que abusa del alcohol y/o las drogas:


l. No considere el abuso del alcohol o drogas como una deshonra para la familia. Las posibilidades de curación no son distintas de las que se dan en las otras enfermedades.


2. No pierda su tiempo en sermonear o regañar al que abusa de SPA. Es posible que él ya haya oído todo lo que usted le va a decir. Puede ser que acepte una parte, pero el resto no lo va a tomar en cuenta. Y se corre el peligro de que aumente en él la tendencia a mentir, o que le haga promesas que de ninguna manera va a cumplir.


3. Trate de no tomar actitudes de mártir o posturas de superioridad. A veces es posible dar estas impresiones aunque no se usen palabras. Las personas que se entregan al abuso de drogas (SPA), con frecuencia perciben estas actitudes en sus familias aunque no se expresen verbalmente.


4. No apele a la idea de "si tú me quisieras no seguirías haciéndolo, porque el abuso de SPA es un acto compulsivo y no puede ser controlado simplemente por una decisión de la voluntad. Tales apelaciones aumentan innecesariamente el sentido de culpabilidad del paciente, que por otra parte, las considera tan absurdas como si se le dijera: "si me quisieras no tendrías diabetes (o cualquier otra enfermedad)”.


5. Trate de no usar amenazas a no ser que haya pensado bien en las consecuencias y esté decidido a cumplirlas. Habrá ocasiones en que éstas sean necesarias, como, por ejemplo, cuando peligra la seguridad de los niños. Pero, en general, deben evitarse. Si hace una amenaza y luego no la cumple, el familiar que abusa de SPA llegará a la conclusión de que usted no estaba hablando en serio.


6. No le esconda las bebidas alcohólicas o las drogas. No trate tampoco de deshacerse de ellas. Usualmente esto le crea un estado de desesperación que lleva al adicto a buscar nuevas maneras de obtener más alcohol o más pastillas.


7. No permita que el paciente logre convencerlo de que si toma, fuma, huele o se inyecta junto con él, el abuso de SPA va a ser menor que si él lo hiciera solo. Si usted acepta esta idea, lo único que va a lograr es que el paciente posponga la búsqueda de una ayuda efectiva.


8. No sienta celos o frustraciones porque la persona que abusa de SPA tenga que ir a buscar ayuda fuera de la relación familiar. Existe la tendencia a pensar que el amor de la familia y el calor del hogar son suficientes motivos para lograr la curación de esta enfermedad. A veces el amor propio es más fuerte en el individuo que abusa de SPA, que sus vínculos familiares. Si se siente marginado cuando el paciente se dirige a otras personas en busca de ayuda, recuerde que, en el caso de otras enfermedades, nunca siente celos del médico.


9. No espera nunca un 100% de recuperación inmediata. En cualquier enfermedad hay un período de convalecencia, y a veces hay que contar con períodos de y de recaídas. El tratamiento de un adicto demora por lo menos dos años. A veces la familia cree que todo está bien a los 2 o 3 meses de tratamiento y comete el error de suspenderlo, con lo que se produce otra recaída en muy poco tiempo.


10. No haga por la persona que abusa de SPA lo que ella debe hacer por sí misma. No puede pasar los malos ratos por él, o quitarle los problemas antes de que él pueda comprender su gravedad y sus consecuencias, y así animarse a solucionarlos. Los problemas ayudan al adicto a entender que él está enfermo. Cuando la familia le soluciona los problemas está impidiendo que el adicto tome conciencia de la gravedad de su enfermedad.


11. Lo que sí es acertado, es procurar que el abusador de SPA encuentre en los momentos de abstinencia, apoyo, comprensión y cariño.


12. Busque una ayuda externa (profesionales de la salud, sacerdote, pastor, rabino, Alcohólicos anónimos, Narcóticos Anónimos). Si la situación se le sale de las manos, no dude en buscar personas entrenadas para ayudarle a solucionar el caso.


ADICCIÓN SEXUAL

Una adicción puede concebirse como la pérdida de control o la incapacidad que tiene una persona para frenarse de hacer algo que le trae consecuencias negativas. Es adicto quien pierde mucho dinero en el casino y no puede dejar de jugar. La persona que desea dejar de consumir cocaína y no puede dejar de usarla a pesar de tener múltiples problemas por culpa de la cocaína.


Una persona es adicta al sexo, o a la pornografía, o a las trabajadoras sexuales, cuando pierde el control o la capacidad regular su vida sexual y esta se vuelve caótica y desbocada.


Es fácil confundir el deseo sexual normal y la conducta con compulsión adictiva y satisfacción. Una persona puede tener un apetito sexual más fuerte de lo normal y no ser un adicto. Estas son algunas características del sexo adictivo que ayudan distinguir entre los dos.


1. El sexo adictivo es hecho aisladamente. Esto no siempre quiere decir que es hecho mientras físicamente esté solo. Más bien quiere decir que el adicto está separado mental y emocionalmente o separado una relación humana y contacto. El momento personal más íntimo de los comportamientos humanos se vuelve completamente impersonal.


2. El sexo adictivo es reservado. En efecto, los adictos sexuales desarrollan una doble vida, practicando la masturbación, yendo a tiendas de pornografía y a casas de masajes, todo el tiempo escondiendo lo que están haciendo de otros – y, en cierto sentido, incluso de sí mismos.


3. El sexo adictivo es carente de intimidad. Los adictos sexuales son completamente enfocados en sí mismos. No pueden conseguir intimidad genuina porque su propia obsesión no les deja espacio para estar con otros.


4. El sexo adictivo es carente de relación. El sexo adictivo es “solo sexo”, sexo para sí mismo, sexo divorciado de interacción auténtica con personas. Esto es más claro con respecto a fantasías, pornografía, y masturbación. Pero incluso con respecto a relaciones sexuales que involucran a una pareja, la pareja no es realmente una “persona” sino una parte intercambiable en un proceso mecánico casi impersonal.


5. El sexo adictivo tiene víctimas. La obsesión abrumadora con su propia satisfacción impide ver a los adictos sexuales los efectos perjudiciales que su comportamiento está teniendo con otros, e incluso consigo mismo.


6. El sexo adictivo termina en desesperación. Cuando parejas casadas hacen el amor, ellos se sienten más realizados para haber tenido la experiencia. El sexo adictivo deja a los participantes con un sentimiento de culpa, lamentando la experiencia. En lugar de hacerlos sentir realizados, los deja más vacíos.


7. El sexo adictivo es usado para escapar del dolor y/o los problemas. La naturaleza escapista del adicto sexual es a menudo uno de los indicadores más claros de que está presente.


La adicción sexual es un trastorno similar a la adicción a la comida o la adicción al trabajo. Al igual que en la adicción a las drogas, o la adicción al juego, la persona adicta pierde el control sobre sus acciones y termina haciendo cosas que le producen problemas. Este es un trastorno que afecta a la persona, a su pareja y a toda su familia. ¡Yo creo que es el cáncer mental!


Hablamos de adicción sexual cuando los deseos o necesidades eróticas de la persona se vuelven como un dictador que controla la vida del adicto. El individuo sexodependiente no puede resistir las tentaciones eróticas y termina involucrándose en relaciones sexuales problemáticas, aunque es consciente que no le conviene involucrarse en dichas actividades.


Uno de los casos más comunes es el de una persona que sabe que le hace daño ser infiel, que se compromete a permanecer fiel, pero que ante la primera oportunidad no puede vencer la tentación y cae otra vez en la infidelidad. Algo así como el comelón compulsivo que se compromete a no abusar de la comida y después no puede resistir el deseo de comerse un postre de chocolate y rompe la dieta.


La adicción sexual es más frecuente en los hombres pero también se presenta en las mujeres. Esta semana llego a Colombia una película relacionada con este tema.


La persona adicta sabe que lo que hace le trae consecuencias negativas y aunque desea parar, no puede y continua haciendo lo que no le conviene hacer. La adicción toma el control de su vida y necesita ayuda externa para recuperar el control de su existencia.


El vínculo de pareja se deteriora terriblemente porque la persona sexodependiente, sin darse cuenta, generalmente comienza a tratar a su pareja como un objeto. Esto lleva a resentimientos, frustraciones y problemas de comunicación.

La mayoría de los expertos señalan que estas 10 situaciones pueden ayudar a detectar a las personas 


sexodependientes:


1. ¿Te preocupa, te sientes culpable o te avergüenzas de lo que ha sido tu vida sexual?

2. ¿Piensa que tus tendencias sexuales son tan desenfrenadas, que a veces no las puedes controlar?

3. ¿Te metes en problemas por dejarte llevar de tus impulsos y deseos sexuales?

4. ¿La necesidad de pornografía o de relaciones sexuales hace que descuides y desatiendas a tus seres queridos?

5. ¿Tu mente se mantiene pensando en sexo la mayoría del tiempo?

6. ¿Estas frecuentemente cambiando de pareja sexual?

7. ¿Buscas relaciones sexuales con personas de un nivel socioeconómico más bajo que el tuyo?

8. ¿A pesar de que te agrada hacer el amor con tu pareja, frecuentemente ves pornografía, te masturbas o tienes relaciones sexuales con otras personas?

9. ¿Dedicas a la pornografía y el sexo gran parte del tiempo que deberías dedicar a tus responsabilidades familiares, laborales o académicas?

10. ¿Alguna vez has pensado que necesitas ayuda profesional para organizar tu vida sexual?


Terapia de la adicción sexual

Hoy existen programas muy efectivos para el tratamiento de las personas con adicción sexual. Generalmente combinan la terapia individual con la terapia de pareja y la asistencia a reuniones de grupos de apoyo, como sexólicos anónimos. Existen varios grupos de apoyo para personas con adicción sexual.

Sexólicos Anónimos es un programa de recuperación para aquellos que tienen problemas con sus pensamientos y comportamientos sexuales que nació a finales de los años 70. Sexólicos Anónimos se define a sí mismo como una fraternidad de hombres y mujeres que comparten su mutua experiencia, fortaleza y esperanza para resolver su problema común y ayudar a otros a recuperarse. 


Su dirección es P.O. Box 3565, Brentwood TN 37024-3565, Estados Unidos de América. 

Teléfonos oficina central: (615) 3706062 

Fax: (615) 3700882. 


Página Web: http://www.sa.org 


Correo electrónico: saico@sa.org


En Colombia existen varios grupos de Sexólicos Anónimos.  Puede obtener información en:


Barranquilla 

WhatsApp: 3106302444


Bogotá 

WhatsApp: 3182851443



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